domingo, 20 de mayo de 2012

¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente?

No necesito más razones para ser feliz que saber que acabaré mi vida haciendo lo que me gusta y siendo lo que quiero. No hay más. No necesito gente que me mande y me de sus opiniones para formar las mías. No hay peor cosa que ser alguien el cual no eres realmente. Formado a base de inseguridades y prejuicios además de temores y miedos. La felicidad tiene que depender de ti, de tu persona, de tus pensamientos, no de gente ajena ni miedo al 'qué dirá la gente'. Estar a gusto con lo que haces y con quien realmente eres es algo que muy pocos consiguen y, créeme, ahí se esconde la verdadera felicidad. No te entristezcas mientras lo consigues, disfruta del camino, pues si no lo haces ese sendero no llegará a ningún lado. Todo llega, o eso se supone, pero yo tengo ilusiones en ello. No tengas prisas por vivir cosas en la vida a una velocidad vertiginosa. Sé paciente, calmado, espera a que venga solo o si haces algo para conseguirlo, dale un empujoncito. Las cosas importantes en las vidas no se pueden quedar en pensamientos, sino en sentimientos y en momentos. Vive la vida de la manera que tú, y solo tú quieras. No te dejes influenciar porque, cada uno es precioso a su manera.

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