jueves, 24 de mayo de 2012

Escucho música... ¡Y me pongo a bailar!

No me arrepiento de nada. Bueno, quizás de aquel momento en el que se me calló el chicle, en que no me salía vocalizar, de aquel en el que me puse roja... Pero estoy a gusto conmigo misma y con mi vida. No cambiaría nada. Porque al fin y al cabo los errores son los que nos definen. Los que nos forman. Los que nos ayudan a tener las cosas más claras. Cada segundo de mi vida me ha llevado a ser la persona la cual soy. Alguien con las ideas un tanto claras, la que dice que las inseguridades son para encerrarlas en un cajón y quien promueve que las palabras nunca se deben quedar guardadas. Es hora de decir '¡QUE TE JODAN!' cuando algo nos ofenda, de poner una sonrisa a aquellos que hablan mal de nosotros y de guiñarle el ojo a los que nos odian. Hora de enseñarle al mundo quienes somos y para qué estamos aquí. Para vivir este poco trayecto llamado 'vida'. Efímero. Por lo cual no hay tiempo para preocupaciones, y si lo hay, el justo. Nos falta tiempo para hacer lo que queremos y ser quienes queremos ser. Sí, eso es un error. Pero en vez de preocuparnos en eso, intentemos arreglarlo y empecemos a vivir como es debido.

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